"Cuando el último árbol esté muerto, el último pez atrapado, el último río envenenado te daras cuenta que no puedes comer dinero" - Profecía India de la Tribu Cree

Vivir solo cuesta Vida.

A vivir no nos enseña nadie, se aprende sobre la marcha, y a veces esto nos cuesta un par de disgustos.
Hay cosas que parecen aclararse cuando ya se es demasiado tarde para cambiarlas, siempre me acuerdo de algo que leí vaya “yo” a saber donde, que decía que el Ser Humano siempre sabe que hacer antes y después del momento en el que debería saberlo… Y si nos ponemos a reflexionar casi siempre es así, o por lo menos en las personas que actúan según sus sentimientos, o espontáneamente, que espero y creo que todos, hasta los mas planificadores tienen algún que otro de estos momentos.
“Nadie nos enseña a ser padres, nadie nos enseña a ser hijos, ni a ser hermanos, ni a ser amigos, ni a ser hombres, esas cosas se van a prendiendo bien o mal, pero se van aprendiendo…y esto no tiene que se excusa para ocultarte en tus errores, tiene que se motivo de orgullo, por que el que aprende es el que mas arriesga…” dijo cierto día un padre a un hijo… y la verdad que me convenció, o mejor dicho lo convenció.
Es cierto que, para todas esas funciones que la vida nos depara, o nos regala, hay una especie de manual del buen vividor, que tiene un montón de pautas éticas, morales, teóricas y técnicas. Pueden llamarles ideales de Vida, y estos varían como varían las personas.
Pero sacando todas esas cuestiones, me encontré el otro día, no casualmente, ya que era el propósito de dicho cartel, una propaganda que decía “No ahorres Amor…Ahorra solo dinero”… (?) Dicha propaganda, muy histérica por cierto y mas viniendo de una compañía madre de la globalización que lo que busca es el dinero que querés ahorrar, me hizo pensar, en como, en el trajín de la vida, uno va viviendo ahorrándose cosas, como guardándolas en un gran almacén de sentimientos y actitudes, como si de ello dependiera el tiempo que vamos a estar vivos. Estas cosas ahorradas, de cierta forma, son un desperdicio, por que, cuando hayamos aprendido a vivir, que según lo argumentado anteriormente va a ser unos minutos antes de que nos “caguemos muriendo”, nos vamos a dar cuenta seguramente, en que, en vez de ahorrar esas cosas podríamos haberlas invertido, en el día a día, y esas cosas seguramente hubiesen dado su fruto, bueno, malo pero fruto en fin. Ahí también, decidí darle otro sentido a eso de “vivir al día”, al cual voy a empezar a llamarle “vivir EL día a día”, el cual consta en no ahorrarme nada, por que no vale la pena, si no invertirlo, y no pensando en un futuro, por que eso es de especuladores, sino sin esperar nada en absoluto, invertirlo, cual semilla al viento por hacerlo un poco mas poético, quizás así, me cueste menos aprender a vivir, o por lo menos me arrepienta menos, y si me arrepiento sea por hacer y no por no haber hecho, total, no pierdo nada si, “…vivir solo cuesta vida…”
Y hago un llamado a todos lo que lean esto, si es que se tomaron la molestia, de que, en esta facultad de la vida, que es publica pero no gratuita, se dejen de ahorrar, y empiecen a invertir, a lo mejor así las cosas cambian un poco… y solo nos ahorramos ese “par de disgustos” por no saber actuar en el momento, y vivirlo como una experiencia de la propia praxis de la vida.

En fin.

Otro bolazo made in "China!"

Paz